La situación actual de crisis económica ha propiciado que muchas pequeñas y medianas empresas intenten reinventar sus productos o servicios para seguir siendo competitivas.
Ahora bien, a la hora de planificar este cambio, debemos tener en cuenta que, si queremos triunfar en nuestro empeño debemos arriesgarnos y ser innovadores en la propuesta. Debe ser lo suficientemente diferenciadora como para ser percibida por nuestro público objetivo y no por nosotros mismos.
No nos podemos centrar en hacer lo que es habitual o costumbre en nuestro sector, debemos mirar más allá puesto que, quizás, la clave esté en alguna característica o modo de hacer de un sector completamente diferente del nuestro.
Como os he comentado en otros artículos, debemos tener presente siempre nuestras fortalezas, aquello en lo que somos buenos y diferentes. Ellas serán nuestro mejor apoyo durante el proceso.
Tampoco debemos olvidar que lo importante de este proceso es la percepción de nuestros clientes, lo que ellos piensen y sientan sobre nuestra oferta. Así que conectemos con ellos, hagamos que nuestros productos y servicios resulten atractivos, fáciles de usar, que permitan la interacción de nuestros clientes.
Desde este pequeño rincón de Internet, quiero animaros a que lo intentéis. Mi dilatada trayectoria profesional me ha enseñado que el que arriesga, el que lucha y lo hace por algo en lo que realmente cree, por algo en lo que es muy válido, obtiene sus recompensas.
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