Enseñar a emprender a nuestros hijos, por Jaime Bedia

 ¿En qué momento decidisteis convertiros en emprendedores? Hay personas que nacieron directamente con ese espíritu, y otras a las que ese “gusanillo” les creció conforme fueron adaptándose al mercado laboral.

Contar con una buena base de conocimientos y aptitudes nos facilitará el trabajo. De esta forma tendremos la sensación de que hemos nacido para ello. Una temprana motivación puede servir de perfecto estimulante  para desarrollar nuestras capacidades.

Sabemos que los niños son pequeñas esponjas en cuando adquisición de conocimientos y aptitudes se refiere. ¿Por qué no aprovechar eso para inculcar desde pequeños pensamientos y actitudes emprendedoras a nuestros hijos?

Como padre y emprendedor, me parecieron interesantes algunas de las claves dadas por este artículo de la revista digital Inc. sobre el beneficio que tendrá a largo plazo el inculcar desde temprano el emprendimiento.

1.    Anímalos a que prueben muchos caminos y a tener diversas y diferentes experiencias profesionales. Aprender que los cambios son necesarios, positivos e inevitables es una lección que tendríamos que asimilar lo antes posible. Al igual que todo evoluciona a nuestro alrededor, nosotros deberíamos también adaptarnos a las vicisitudes que nos conciernan. Quitarle dramatismo a los cambios los hará más fuertes y versátiles.

2.    Anímalos a que expandan sus conocimientos académicos. Esto desarrollará su empatía con los posibles clientes que tenga en el futuro. Mientras más aprenda, más capacidad de comprender y captar las necesidades de otras personas tendrá.

3.    Aliéntalos a practicar deportes que desarrollen su tenacidad. La gente que corre en maratones o compite en triatlones son más tenaces que las que no lo hacen. Para competir en este tipo de actividades es necesario una motivación especial que impulse su ánimo cuando las cosas no son fáciles. Es difícil encontrar una mejor descripción de lo que necesita un emprendedor para tener éxito en sus negocios.

4.    Enséñales a atraer su suerte. Del mismo modo que la suerte puede sonreírles, también puede darles la espalda. No obstante, existen algunas personas que parecen contar con mayores posibilidades de ser afortunados que otros. Ser una persona proactiva y aprender a manejar su propio miedo le ayudarán en esto.

Así mismo, la tarea de formar a nuestros propios hijos en estos menesteres les ayudará a desarrollar un futuro basado en la confianza en sí mismos. Si, finalmente, su decisión no es la de emprender, igualmente contarán con cualidades que les serán muy útiles para su vida profesional y personal. Al fin y al cabo, lo único que buscamos es ayudarlos para alcanzar su felicidad presente y futura en lo que ellos elijan.

Jaime Bedia